Muchas de nuestras clientas en tratamiento de quimioterapia o que han perdido totalmente su cabello nos comentan que su pelo biológico era rizado o muy rizado, y que les gustaría recuperar esa misma imagen. Por tanto, ¿recomendamos utilizar una peluca de cabello natural y rizado?
Sí, y no 🙂 Como véis, no todo es blanco ni es negro.
¿Qué recomendamos?
– Rizos sí, pero la textura ha de ser la natural del donante. Es decir, evitar la permanente. El cabello permanentado lleva un proceso muy abrasivo de fábrica y el pelo de la pieza durará menos tiempo en buenas condiciones. Si decides permanentar una peluca de pelo liso u ondulado que ya está hecha, como carece de calor corporal es necesario exponerla más tiempo al líquido de la permanente, y sufrirá más.
– El largo no debe sobrepasar tus hombros, aunque el cabello sea rizado natural. Como muchas sabéis, los rizos tienden a enredarse más sobre todo con el roce de la ropa, pañuelos, fulares, el cuello alto en invierno… por lo que si llevas una largura tipo midi, será más fácil de mantener y te dará mucho menos trabajo.
– El sérum y el aceite de argán serán tus grandes aliados: como sucede con cualquier cabello rizado, la peluca tenderá al encrespamiento sobre todo si hay humedad en el ambiente (o si vives en la costa). Para contrarrestar, el pelo ha de estar muy hidratado. Además, si te gustan los rizos bien definidos y marcados con espuma, también lo castigan y resecan a largo plazo. Aplica siempre mascarilla de hidratación profunda durante al menos 15 minutos después de cada lavado.
Truco: hazte con un pulverizador e introduce un guisante de tu mascarilla o sérum favorito. Rellénalo con agua y agita hasta diluirlo. Úsalo cada mañana antes de peinar y verás cómo será mucho más fácil.
