Pasados los meses de uso, es normal que una peluca de cabello humano pierda el brillo y la suavidad original debido a la oxidación natural del cabello, al sol directo, si hay un exceso de cal en el agua, a la contaminación ambiental, al uso de la plancha, tintes, secadores, y a la fricción con nuestra ropa (sobre todo en invierno).
Es importante que utilices siempre cosméticos adecuados para este tipo pelo, sediento siempre de hidratación, pero también te enseñamos una serie de trucos paso a paso que lo dejarán ¡como nuevo!
Si el pelo de la peluca está áspero, muy seco e incluso con tendencia a encresparse, dale un baño nutritivo al menos una vez cada dos o tres semanas de uso:
1) Cepilla muy bien la peluca antes de este tratamiento. Puedes ayudarte con un tipo de cepillo tangle teezer (clon), en el que las púas están especialmente diseñadas para desenredar rápido, sin partir el pelo y sin dar tirones.
2) Prepara en un bol 20 ml de sérum proteina de seda Salerm21 y mezcla con 5 ml de aceite de argán, por ejemplo Arganology de Salerm. Puedes utilizar otras marcas que tengas en casa, siempre que sea cosmética de una gama media-alta apropiada para cabello seco. Si tu peluca o sistema es muy denso o de cabello muy largo, necesitarás aplicar más producto.
3) Lava la peluca con agua tibia, y aplica un champú especifico para cabello deshidratado, seco, muy tratado o rebelde. Por ejemplo, recomendamos la gama Biokera de Salerm, libre de parabenos.
4) Después del aclarado y con el cabello húmedo, aplica bien la mezcla del paso 2 a excepción de en la raíz. Insiste mucho de medios a puntas. Vuelve a cepillar el cabello utilizando un tangle teezer (clon) o cualquier otro cepillo que no parta el pelo, y verás que la suavidad es instantánea.
5) Envuelve el sistema o la peluca en papel de plata como si fuera «un bocadillo», y aplica calor con el secador de mano durante dos o tres minutos. Una vez que la plata esté caliente, deja enfriar durante 15 ó 20 minutos más. Repite el proceso si el pelo está especialmente castigado.
6) Aclara con abundante agua caliente (es importante que no te queme la piel, pero que la temperatura mínima sea de 30 grados). Procura no dejar residuos del producto, ya que el pelo se apelmaza y tendría aspecto grasiento.
7) Vuelve a cepillar y aplica una pequeña dosificación de aceite de argán (Arganology por ejemplo) de medios a puntas, sobre todo insistiendo en las puntas. Seca con el secador empezando por la base, y termina estilando a tu gusto. Antes de pasar las planchas a 200 grados, utiliza un protector térmico que lo proteja.
El cambio será espectacular 🙂
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