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Staci Stitts: olimpiadas y alopecia areata, una historia de superación

por | Mar 17, 2015 | Autoestima y alopecia, Noticias | 0 Comentarios

Muchas mujeres sufren en su día a día tremendos complejos por culpa de su alopecia, situación que les impide realizar una vida normal como acudir al trabajo, rendir en sus estudios o salir a divertirse con sus amigos.
Por este motivo, hoy queremos hablaros de Staciana Stitts y de su historia de superación.

Staciana Stitts tenía 12 años cuando descubrió que se le caía mucho el cabello, su madre le llevó al médico y el diagnóstico fue alopecia areata. «Estaba muy asustada», cuenta. «Siempre había relacionado no tener pelo con enfermedad, y estaba preocupada por si me estaba muriendo».  Los médicos le aseguraron que no tenía ningún problema de salud, que su alopecia era una condición estética. De acuerdo con la Fundación Nacional de Alopecia Areata, con sede en San Rafael (Estados Unidos), el 2% de los estadounidenses la padecen. También hablaron a la familia Stitts de las inyecciones de cortisona y de las cremas de esteroides que pudieran estimular su cabello. En el año que le dieron el diagnóstico (1993) no había ninguna cura definitiva, «sólo la decisión de usar peluca o de soportar las duras miradas de extraños», cuenta.   

En sus visitas a centros comerciales, su madre se alarmaba cuando veía la reacción de otra gente al paso de su hija, incluso su entrenador, Carl Teeri Mckeever, se escandalizaba por la mala educación de niños y adultos cuando veían a la nadadora.  Por aquel entonces, como niña de 12 años, Staci tenía que enfrentarse a una nueva realidad, y no sabía realmente cómo actuar: «Yo me escodía totalmente, estaba en fase de negación».  Durante un año llevó gorro hasta que asumió su condición y decidió mostrar su cabeza al natural. 

Hay otra cosa muy importante que hay que saber sobre Staciana: ganó un medalla de oro en las olimpiadas de Sidney 2000.  Su historia es de aplomo e independencia, de aprender a lidiar con ser diferente en una sociedad a menudo prejuiciosa. Stitts entró en el equipo olímpico de natación tras las pruebas el 11 de agosto de 1999 en Indianápolis. Se clasificó como segundo mejor tiempo en la modalidad 100 metros braza, superando a la plusmarquista Kristy Kowal por una centésima de segundo.  

Su padre, Dane Stitts, cuenta que le llamaban «Staci la Sabia» cuando era pequeña, porque tenía una forma de comportarse y un aire diferente. Esta actitud floreció en la natación. Staci comenzó a nadar de niña. Poco después se mudó a San Diego y cuando le diagnosticaron alopecia areata la piscina se convirtió en su santuario. Allí la gente respetaba a Stitts por su capacidad atlética. En principio le preguntaron si se había afeitado la cabeza para nadar más rápido -hábito común entre nadadores masculinos-, pero sus compañeros no tenían esa curiosidad malsana por la imagen de una adolescente sin pelo. Staci encontró su confianza en sí misma en la natación. 

Judy, su madre, explica que sintió mucha satisfacción cuando vio a una niña que también padecía alopecia mirar a Staciana con los ojos muy abiertos de admiración debido a sus éxitos deportivos. También han recibido emails de mujeres en los que le felicitan por mostrarse al mundo con orgullo tal y como es. «No sé si podría manejar esta situación así como lo ha hecho ella» dice Judy. «Staciana es una chica muy dura, una supervivente, no se permite tener un mal día», concluye. 

Podéis leer el artículo completo (en inglés), aquí. 

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