Cuando tuvimos la oportunidad de recibir a Victoria Abril en nuestro centro capilar de Madrid, nos pareció increíble por dos motivos: primero, porque es un icono del cine español que además desborda simpatía, y, segundo; su pelazo. Tiene un cabello biológico precioso, muy sano y abundante.
Después de varias pruebas realizadas en plató por Paloma Buendía y Selmo del Campo, estilistas de la productora DiagonalTV, se concretó el look de su personaje: clave para la serie. Victoria es «la Fernanda», una prostituta enferma de hepatitis y madre biológica de María (Megan Montaner). Por exigencias del guión, había que envejecer y desmejorar mucho a la actriz respecto a su pelo. Que pareciera ralo, descuidado y enfermizo. Pero también era necesario rejuvenecerla «capilarmente» para las escenas de 1974, cuando «la Fernanda» se pone de parto en el siniestro convento de Sor Antonia.
Lo que lleva en este fotograma no es peluca, sino un postizo volumizador de clips de cabello natural
decolorado de medios a puntas, y raíz con alguna cana. Se utilizó en la primera aparición de Fernanda
en la serie. El pelo está cardado y muy quemado con decoloración.
En 1974 Fernanda está a punto de dar a luz en un convento de Madrid, con la intención
de que la niña sea entregada en adopción. Al probar la peluca y encajar con sus medidas, Victoria
decidió que esa era la que quería, pero con un color acorde a la época y raíz de tinte. En Free Style
planteamos la densidad y largura, así como varias pruebas de color. Ya en plató se realizó el corte del
flequillo. La peluca es completa, de cabello natural indian remy y la zona frontal está
hecha a mano, de forma que se ve una raya (cuero cabelludo) muy realista.
En las escenas de parto, la peluca también dio el resultado deseado.