Desde hace algunos años, muchas marcas de cosmética han apostado fuerte por el uso del aceite de argán para el cuidado de nuestra piel, pero especialmente para hidratar y nutrir el cabello. Existen estudios científicos que destacan estas semillas por su poder antiinflamatorio y antioxidante. Entre su composición vemos 80% de ácidos grasos esenciales (fuente de omega 3, omega 6, ácido oléico, araquinódico y gammalinolénico). También contiene vitamina E y fitoesteroles. Podemos observar puntos en común con el aceite de oliva, pero el argán triplica en vitamina E a este último.
Sin embargo, es complicado encontrar aceite de argán puro debido a su proceso de elaboración artesanal. En el sudeste de Marruecos generalmente son las mujeres las que trabajan en el campo para extraer manualmente las semillas, y realizar una primera presión en frío en una prensa de piedra.
Cuando lo utilizamos para hidratar nuestro cabello, el argán sella las cutículas y lo sanea, evitando la sensación de encrespamiento. Además, al tratarse de un aceite seco, no deja sensación de grasa porque lo absorbre rápidamente nuestro pelo y la piel. Está especialmente indicado para piel y cabello seco. Idóneo para el pelo de prótesis capilares y pelucas.
La prestigiosa firma profesional de peluquería Salerm tiene su línea Arganology, que además incluye aceite de algodón en su fórmula exclusiva para recuperar el tacto sedoso y la manejabilidad de nuestra melena.
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* Válido exclusivamente para residentes en la Península. Productos cosméticos basados en ingredientes orgánicos libres de parabenos, parafinas y derivados del formaldehído de la marca cosmética profesional Salerm.
